martes, 7 de febrero de 2017

MILENARIOS 'GEOGLIFOS' ENCONTRADOS EN EL AMAZONAS


Este lunes 6 de enero, la corresponsal para América Latina de la revista Science, Lizzie Wade, escribió una nota con la noticia que está causando revuelo en la red. Se trata del hallazgo arqueológico que la tala masiva de árboles ha dejado al descubierto en una una reserva natural del Amazonas llamada Acre, al noreste de Brasil.

El hallazgo, denominado ‘geoglifos’, son zanjas de entre 1 a 4 metros de profundidad con formas geométricas de hasta 300 metros de longitud, dispuestas con notable precisión y que ocupan un área, ni más ni menos, de 13,000 km2.

En realidad, la noticia no es tan novedosa, pues de acuerdo a información publicada en la página pueblosoriginarios.com, el profesor Ondemar Dias del Instituto Brasileño de Arqueología de Río de Janeiro, sostiene que existen registros de ésta figuras desde 1977, y que hasta el momento ya se cuentan por cientos.

 Lo que sucede es que en estos días han encontrado nuevos vestigios que ha llamado la atención de la prensa internacional. Aún así, la noticia es sorprendente, pues el descubrimiento de éstas figuras están datadas en miles de años (entre 1,400 y 3,000 años), algunas de las cuales superan en tamaño a las ‘Líneas de Nazca’, en Perú, aunque éstas cuentan con formas más elaboradas.

Los especialistas sostienen que los Tupi-Guaraní realizaron estas sorprendentes zanjas para construir centros ceremoniales, luego de constituirse en sociedades sedentarias altamente organizadas. Lo cierto es que los vestigios ceremoniales son prácticamente inexistentes, salvo algunas vasijas, no se aprecian construcciones, ni templos, ni símbolos que hagan suponer un uso religioso.

Las líneas de Acre son un verdadero desafío para los arqueólogos. Si las figuras corresponden a una intención ceremonial, no se explica porqué las crearon con unas dimensiones que sólo podrían apreciarse desde una gran altura, ni porqué ocupan una zona tan extensa; tampoco explican porqué emplearon diversas formas geométricas, ni cómo lograron que dichas formas fueran tan exactas en su trazo.  Son más las incógnitas que las respuestas que ofrece. Tal vez eso es lo que hace tan interesante, pues se suma a otros hallazgos que han dejado pálidos a los arqueólogos y especialistas, como los casos de otros geoglifos como las líneas de Nazca, ya mencionadas, los agroglifos en Inglaterra, incluso las propias Pirámides de Giza, en Egipto, de las que hablaremos en otro artículo.




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