Según un reciente
estudio de la corteza terrestre, hay un nuevo continente geológico que un grupo
de investigadores han denominado "Zealandia", en el cual afirman que Nueva
Zelanda y Nueva Caledonia son algo más que una cadena de islas.
En realidad, ambos
forman parte de una sola plataforma de 4,9 millones de kilómetros cuadrados de corteza
continental. "Esto no es un descubrimiento súbito, sino una realización
gradual; hace 10 años no habríamos tenido los datos acumulados o la confianza
en la interpretación para escribir este artículo", sostuvieron en una investigación
publicada en Today Archive GSA de The Geological Society of America
De los investigadores
que colaboran en este estudio, diez trabajan para organizaciones o empresas
dentro del nuevo continente; uno de ellos trabaja para una Universidad en Australia*.
Otros geólogos están prácticamente
seguros de aceptar las conclusiones del equipo de investigación, dice Bruce Luyendyk,
un geofísico de la Universidad de California, ajeno al referido grupo científico.
"Creo que han reunido una sólida colección de
pruebas. Dudo que vaya a haber objeciones, excepto tal vez en la definición de los
bordes". El concepto de Zealandia no es nuevo, de hecho, Luyendyk
acuñó la palabra en 1995.
Pero Luyendyk dice
que nunca tuvo la intención de describir un nuevo continente. Más bien, el
nombre se usó para describir Nueva Zelanda, Nueva Caledonia y una colección de
piezas sumergidas y rebanadas de corteza que rompieron una región de gondwana,
un supercontinente de 200 millones de años de antigüedad.
Los investigadores
detrás del nuevo estudio tomaron la idea de Luyendyk llevándolo al siguiente
nivel; reexaminaron la evidencia conocida bajo cuatro criterios que los
geólogos utilizan para considerar la plataforma de un continente:
1. La superficie se
aprecia relativamente alta desde el fondo del mar.
2. Existen tres tipos de rocas: ígneas (arrojadas por volcanes),
metamórficas (alteradas por calor / presión) y sedimentarias (hechas por
erosión).
3. Existe una sección más
gruesa y menos densa de corteza en comparación con el suelo oceánico
circundante.
4. "Los límites están bien definidos en torno
a un área suficientemente grande para ser considerado un continente, y no un
microcontinente o fragmento continental.
En los últimos decenios, los geólogos ya habían determinado
que Nueva Zelanda y Nueva Caledonia encajan en el proyecto de ley para los
puntos 1, 2 y 3.
Después de todo, las grandes islas que sobresalen del
fondo del mar, son geológicamente diversas y están hechas de una corteza más
gruesa y menos densa.
Esto condujo
finalmente a la acuñación de “Zelandia” de Luyendyk, y la descripción de la
región como "continental", pues la consideraba una colección de micro
continentes, o fragmentos de antiguos continentes.
"Que un continente puede estar tan sumergido pero no
fragmentado lo convierte en un miembro final geodinámico útil y estimulante en
la exploración de la cohesión y desintegración de la corteza continental".
Luyendyk cree que la distinción no terminará
probablemente como una curiosidad científica, sin embargo, se especula que
eventualmente puede tener consecuencias mayores.
"Las implicaciones económicas y lo que entra en juego es muy claro: ¿qué es parte de Nueva Zelanda y qué no es parte de Nueva Zelanda?"
advierte.
De hecho, los acuerdos de Naciones Unidas hace mención
específica tanto de las plataformas continentales como de las fronteras que las delimitan, y dónde se pueden extraer los recursos, de modo que Nueva Zelanda puede tener
decenas de miles de millones de dólares de combustibles fósiles y minerales al
acecho de sus costas.
Esta información fue recogida por ScienceAlert, y escrito
originalmente por Dave Mosher para Business
Insider. Para
ver el artículo competo, haz click aquí.
* Los investigadores del estudio son:
Nick Mortimer, Hamish J. Capbell, Andy J. Tulloch, Peter R. King, Vaughan M. Stagpoole, Ray, A. Wood, Mark S. Rattenbury, Rupert Sutherland, Chris J Adams, Julien Collot y Maria Seton.
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