viernes, 29 de diciembre de 2017

¿UNIVERSOS PARALELOS?


Estamos acostumbrados a entender que el origen del Universo sucedió con la Gran Explosión, o el Big Bang, esta es una idea aceptada mundialmente desde mediados del siglo pasado, gracias a los trabajos del físico y astrónomo ucraniano Gueórgui Gámow y los nortemericanos Ralph Alpher y Robert Herman. Sin embargo en los últimos años, viene empujando fuerte algunas teorías desde el campo de la astrofísica y la física cuántica que ponen nuestro asombro en un nuevo punto de partida.


¿Qué son los universos paralelos?

La teoría de los Universos Paralelos es uno de los retos más importantes y fascinantes que enfrentan los físicos y astrofísicos de la actualidad; ésta plantea la existencia de diversas realidades alternas a la que experimentamos día a día.

Lo que parece propio del campo metafísico y paranormal, es objeto de los más avanzados estudios de la ciencia dura: la física, particularmente, la física cuántica.

El cosmólogo sueco-estadounidense y profesor del Instituto Tecnológico de Massachussetts, Max Tegmark, plantea que existen tres tipos de universos paralelos, además de nuestro universo.
Uno existe en más allá de los confines de nuestro universo; otros se encuentran en un entorno de energía oscura llamado multiverso; el último se halla en el mismo espacio en que vivimos, aunque en una dimensión distinta, por lo cual no podemos verlo.

Orígenes de la teoría
El tema de los universos paralelos, tal como lo expone actualmente la física cuántica inició cuando Sir William Crookes, un eminente científico inglés, partidario de la parapsicología y la videncia, dio crédito a personas que, afirmaban, tenían la facultad de contactar con seres inmateriales de otras dimensiones, en la década de 1870.

La investigación de Crookes sobre la luz y su conductividad a través de ciertos metales, así como su aporte a los modelos atómicos, le ganó el reconocimiento de la comunidad científica de la época, incluso llegó a tomar sorprendentes fotografías de sesiones espiritistas. Sin embargo, las conjuras e intrigas de sus detractores convenció del «fraude» de los videntes y la reputación de Crookes se vino abajo. Toda referencia a dimensiones y universos paralelos fue desterrada del ámbito científico, y quien hablara del tema era objeto de escarnio y burla.

Fotografía tomada por William Crookes
Pero otro brillante científico continúo con el trabajo de Crookes en torno al estudio de la naturaleza de la luz; se trata del húngaro Fülöp Lénárd o Phillip Lenard, Premio Nobel 1905. Lenard, inspirado por el trabajo del propio Crookes y de Heinrich R. Hertz diseñó uno de los experimentos más importantes de la ciencia, conocido hoy como la  «ventana de Lenard».

En su experimento, Lenard quiso corroborar el comportamiento ondulatorio de la luz aplicando un potente haz de luz a una placa metálica con la idea de obtener más energía, pero los resultados nunca fueron los esperados.


Origen de la ciencia cuántica

Fue la inquieta mente de Einstein quien encontró la respuesta al experimento de Lenard. Sus investigaciones lo llevaron a encontrar que el comportamiento de la luz es no sólo ondular, sino también corpuscular, lo que a la postre llamarían elementos de onda/partícula o «quantos».

Este hallazgo fue uno de los orígenes de la mecánica cuántica, y lo que tiempo después llevaría a la teoría de los universos paralelos.

Antes de Einstein la ciencia estaba regida por el sentido común y la física clásica, el mundo sólido. La luz era sólo ondas. Ahora, en la física cuántica reina la incertidumbre y el azoro. La luz, podía ser onda y partícula al mismo tiempo, y podía estar en dos sitios a la vez.
Hugh Everett

Investigaciones posteriores encontraron que la misma naturaleza dual de la luz aplica en todo el comportamiento del mundo subatómico.

Ahora bien, el punto fuerte de este planteamiento es, ¿por qué el mundo es sólido y concreto como lo percibimos? Si estoy hecho de partículas que pueden estar en varios sitios a la vez, ¿por qué no puedo estarlo yo también?, ¿por qué si existen varias posibilidades de realidades subatómicas sólo vemos un mundo a nuestro alrededor?

Estas formulaciones dieron lugar a la teoría de los universos paralelos, y fueron respondidas en la década de 1970 por el físico estadounidense Hugh Everett, en el tratado llamado Muchos Mundos, escrito siendo aún estudiante universitario, su brillante trabajo establece que cada vez que nos relacionamos con el mundo que nos rodea, lo observamos o medimos causando que la realidad, nosotros incluidos, se divida en todas las realidades posibles.

Sin embargo el planteamiento de Everett fue rechazado por la comunidad académica, por considerarlo un disparate. Como Crookes, Everett fue otra víctima del ostracismo académico y científico; sus formulaciones terminaron por arruinarlo.

No obstante su trabajo fue revalorado por generaciones que le sucedieron, valorando la solución de Everett.


Varias teorías de varios universos

Los desarrollos teóricos que han formulado prominentes científicos como el propio Alan Guth o Max Tegmark, sostienen que las estipulaciones de Everett no son tan descabelladas. Guth afirmó en una reciente entrevista de National Geographic «Hay una serie de planetas exactamente igual que nuestro planeta, y exactamente iguales que muchas otras tierras posibles que podamos imaginar.»

Y agrega: «Nosotros y la Tierra estamos hechos de partículas, y las partículas están unidas, como los átomos. Presumiblemente sólo existe un número finito de modos distintos en que esas partículas pueden unirse para crear algo como un planeta como la Tierra. Al final se acabarían las posibilidades y habría que repetir las mismas combinaciones antiguas. Y si el universo fuera realmente infinito, habría un número infinito de copias de todo.»

Entonces, en un universo de tamaño infinito esas ordenaciones finitas de átomos y moléculas, acabarían repitiéndose, creando seres parecidos a nosotros, y finalmente copias idénticas.
En sus investigaciones sobre el origen del universo, Guth ha encontrado que en el momento justo de la Gran Explosión el universo se infló a una velocidad inimaginable (1035, es decir, un decimal seguido de 35 ceros y al final un 1), de este acontecimiento se deduce que lo que vemos es sólo una parte diminuta del verdadero universo.

El cosmólogo y profesor de la Universidad de California, Anthony Aguirre, afirma en este mismo sentido: «Hay réplicas exactas ahí afuera, está garantizado que hay materia ordenada del mismo modo que nuestro planeta.»

Por otro parte, la cosmóloga y física teórica albanesa, Laura Mersini-Houghton, plantea la posibilidad del multiverso. A partir de la idea de que el Big Bang fue sólo un acontecimiento diminuto dentro de un valle de energía donde ocurre un Big Bang a cada momento, algunos son parecidos a nuestro universo, otros no.

Finalmente, si el multiverso crea un número infinito de universos, la misma secuencia que forman la materia de nuestros cuerpos y nuestros planetas, se repetirán indefinidamente, de la misma manera que vemos la fractalidad en la naturaleza, la cual sigue un patrón y un orden universal.

Todas estas posturas teóricas están basadas en complejas formulaciones y cálculos matemáticos que nos aproximan a lo que se ha planteado en esta reseña. Muchas leyes que hoy son aceptadas por todo el mundo experimentaron el escepticismo por parte de la comunidad científica como lo existe hoy en día en torno a la teoría de los universos paralelos.

Si algo caracteriza a este momento histórico, es el consenso entre los científicos de que hoy en día de que no existe una sola versión que explique el origen del universo.

El tiempo irá decantando cuál de todas estas teorías, es la correcta.




Este artículo se redactó con información contenida en el video Universos Paralelos, ¿existe el multiverso? Realizado por National Geografic en 2011. Naked science. Living in a parallel Universe, escrito producido y dirigido por Malcom Clark.