sábado, 22 de octubre de 2016

SINGULARIDAD. LOS LINDES DEL CONOCIMIENTO HUMANO (4a Parte y última parte)




Cuarta Singularidad. La Trascendentalidad


En esta serie se ha hecho un recorrido deductivo de la mano del notable psiquiatra venezolano y maestro en neurociencias, Héctor Gómez, en torno a los misterios del origen del universo, de la vida, de la humanidad y la tarea (o misión) trascendente de ésta para evolucionar idetificándose con algo superior a su condición biológico-social.

En la explicación de las tres anteriores singularidades nos sumergimos en los increíbles y portentosos factores sincronizados que dieron lugar a la vida en la tierra, tomando en cuenta que las teorías actuales no han logrado aún explicar cómo fue posible el surgimiento de la vida, más aún, la aparición de la especie humana en este planeta.

Para iniciar la Cuarta Singularidad, es pertinente remontarse millones de años atrás, en la era precámbrica, para distinguir distintos saltos categoriales que han dado lugar a un fenómeno extraordinario donde de la materia inerte surgió materia orgánica y de ésta emergió la humanidad para llegar a un algo que existe, pero que es inmaterial: la consciencia, la mente y el alma.

En la mente se recrea la información que recibimos a través de los sentidos, con ellos construimos los referentes lógicos para generar lo que llamamos realidad. Dice H. Gómez: "vivimos en una burbuja construida con base al marco referencial que nos ofrecen los sentidos y la razón lineal".

El grupo humano crea algo que se llama "cultura", dentro del cual existen sistemas de pensamiento que moldea la conducta del grupo; cada miembro se va compenetrando con ciertos patrones de comportamiento que dan lugar a lo que llaman "ego". 

El ego se entiende como un patrón conductual que determina al sujeto para validarse a sí mismo dentro del marco referencial en el que ha sido creado. Tolera, pero no permite que se rompa dicho marco referencial dicotómico, su línea espacio-temporal desde el cual piensa, disfruta, y sufre.

La consciencia trascendente, al contrario del estado egoico dicotómico, se halla en lo que las tradiciones místicas llaman Estado de gracia, Iluminación, Unión con el todo, o con el Absoluto. 

Trascender, superar la "dicotomía", nos plantea que somos mucho más que un organismo biológico que se reproduce y crea sus medios de supervivencia y un entorno cultural que lo referencia; va más allá de su producción intelectual, científica y tecnológica (que es en última instancia el territorio del ego).

¿Cuándo acaeció la dicotomía, la separación y perdimos la conexión? La primera consideración es que la percepción dentro del marco referencial que experimentamos nos induce a creer que existe el Yo (la identidad personal) y lo Otro (la exterioridad, lo que está afuera del sujeto). No obstante H. Gómez asegura que disponemos de los recursos para equilibrar el desvalance programado en el ego, y esos recursos están instalados en toda nuestra biología, particularmente en el cerebro.

Aunque también se ha identificado al corazón como un factor esencial en este proceso, del cual en breve, daremos cuenta .

Sostiene el psiquiatra venezolano que: "Estamos inmersos en un proceso de evolución guiada que requiere saltos cuánticos en determinados niveles para que este proceso evolutivo pueda tener lugar". En este orden de ideas, es trascender el marco referencia del ego para lograr un estado expandido de la consciencia. Y ésta es, para Héctor Gómez, la cuarta singularidad a la que nos hemos referido. La Singularidad Trascendental.

La división con la cual se identifica la cosmovisión occidental moderna fue gestado en el periodo de la Ilustración. Figura destacada en esta proceso es la de René Descartes, quien funda la separación mente-cuerpo, de la cual se derivó la separación estado-glesia, la ciencia y las humanidades, las cosas que separan al sujeto concreto, del espíritu o lo sutil; lo físico, de lo metafísico; la materia, de la sustancia. "La Ilustración se proponía liberar a los hombres del miedo y convertirlos en señores", afirman Adorno y Horkheimer en las primeras líneas de su genial libro "Dialéctica de la Ilustración", plasman en dicha frase la esencia de la dicotomía a la que hemos referido. De esta manera se olvidó que todo tenía el mismo origen, hasta que la teoría del Big Bang nos lo recordó. 

Aunque ya antes la mayoría de las culturas iniciáticas concebían a lo humano integrado con el todo, el concepto de colapso de onda de schrödinger, en la mecánica cuántica, establece también que el mundo que experimentamos, no es más que una de las infinitas posibles, y que la observación consciente del investigador afecta el resultado de su investigación, de manera que puede deducirse que es la consciencia quien crea la realidad; o parafraseando a los psicólogos conductistas diríamos "a determina consciencia, corresponde una realidad específica".

Queda así de manifiesto que la relación existente no es sujeto-objeto, como lo establece la epistemología académica; la ecuación que se revela en este setido es sujeto-consciencia-objeto. Importante es señalar que esta ecuación no está conformada de tres factores. Es sólo una, que pierde sentido si falta cualquiera de sus componentes. 

La argumentación que ofrece el Dr. Gómez, para explicar la aparición de algo no-material (la propia consciencia) de algo material (el cerebro): es merced a la manifestación de leyes cuánticas en la interrelación neuronal de éste último (se recomienda ver las conclusiones a las que llegaron paralelamente Roger Penrose y Stuart Hameroff). Nuestro cerebro vendría siendo una especie de poderosa antena cuántica que crea la realidad. Sintoniza con las frecuencias para colapsar en una realidad determinada.

La propuesta específica de Héctor Gómez es que al concepto ordinario de conciencia se superpone la expansión de la consciencia, donde la razón poco tiene que ver. Se trata del estado de espiritualidad que implica el convencimiento interno del sujeto de que existe algo diferente a la materia denominado alma o espíritu y tiene que pasar por siete vías para conectar con la inteligencia que ha propiciado la "evolución guiada" que hemos referido: 1) Conócente a tí mismo (reconoce tu luz y tu oscuridad); 2) Desarrollar la atención (incrementar la percepción); 3) trabajar con el pensamiento (meditación, ensoñación); 4) Trabajar con las emociones ("positivizarlas"); 5) Trabajar con el cuerpo (ejercitarlo); 6) Trabajar con la energía (chakras); 7) Aprender a dar y recibir (desapego y humildad).

Además de estas siete vías que propone el médico venezolano, mi opinón es que si el cerebro juega un papel de antena cuántica, el conocimiento del funcionamiento "cuántico" del corazón puede integrarse a alinearse con la evolución guiada que hemos referido.

El corazón sería el amplificador de la onda emitida por el cerebro que gestiona la energía generada por los puntos energéticos del cuerpo (los chakras), ¿cómo se deduce ésto?

Investigaciones realizadas por el Instituto HeartMath (la matemática del corazón) han revelado que éste órgano emite rítmicamente un poderoso pulso electromagnético muy superior al del cerebro; han descubierto que el funcionamiento de dicho pulso dependerá de la coherencia cardíaca sostenida con las ondas positivas o negativas que el sujeto experimente, (es decir, las experiencias que su percepción decodifique como positivo o negativo). El pulso electromagnético dependerá, pues, del estado de ánimo del sujeto.

Por la conexión directa que tiene el corazón con el cerebro a través de la una cavidad llamada aurícula que envía información bioquímica (factor natriurético atrial) que se encarga de procesos homestáticos, deducimos que es el pulso cardíaco que funge como un gran amplificador de las ondas que gestiona el cerebro. Ya iremos desglosando más este tema.

Y cierto es, el tema da para mucho más. Decidimos sumergirnos en la investigación general de la Singularidad por su relevancia, además, la manera en que el Dr. Héctor Gómez lo ha expuesto resultó muy completa, extensa y consistente, pero sobre todo, profunda y clara.

Iremos dando algunas pistas más adelante para indagar sobre estos fascinantes temas. De capital importancia para nosotros es intercambiar puntos de vista y entablar con nuestros visitantes un diálogo fructífero. 

Esperamos escuchar a otros interlocutores para nutrir este espacio que hemos realizado con mucho entusiasmo y compromiso.






martes, 18 de octubre de 2016

SINGULARIDAD. LOS LINDES DEL CONOCIMIENTO HUMANO (3a Parte)






Tercera Singularidad: La Consciencia

La teoría de la evolución que aún domina la escena académica para explicar el origen humano plantea que la humanidad es proceso biológico escalonado, pero una interrogante surge cuando se toma con detenimiento esta afirmación; de las innumerables especies que han existido, ¿por qué únicamente los antropoides evolucionaron? Una sola especie, de las millones que han existido, desarrolló lo que se llaman procesos psicológicos superiores, pensamiento, lenguaje complejo y conciencia, no obstente que prácticamente todos los vertebrados disponen de los mismos sentidos: vista, olfato, gusto, tacto y oído; y sólo en una se produjo un fenómeno que nos atañe como especie: la mente.

Héctor Gómez, supone que existe una evolución guiada que pone en evidencia una inteligencia universal manifestándose en forma de espacio, tiempo, materia y vida.

La mente se vehiculiza a través de la coporalidad, es decir, requiere de lo material, pero trasciende esta condición pues no se ve afectado por la leyes físicas, por lo tanto no requiere de dimensiones espaciales para expresarse, aunque sí requiere de la dimensión temporal.

En virtud de que las ideas, pensamientos y emociones no ocupen lugar, ni tienen peso, sin embargo existen, cabe la posibilidad de que una inteligencia universal que promueve la evolución guiada ha conducido el universo material, desde la nada absoluta, hasta al desarrollo de un órgano, el cerebro humano, capaz de contactar con algunas de las manifestaciones sutiles de planos de existencia no material.

El cerebro, desde un enfoque biológico opera coordinado por tres partes que lo conforman: el cerebro reptil (supervivencia), el límbico (gestor de las emociones), el cerebro frontal o neocortex (gestor de los procesos lógico-matemáticos). Sin embargo no es solamente el aspecto intelectual lo que hace la diferencia, sale a relucir también la rica y compleja expresión anímica. La gran diversidad y matices de emociones relacionadas con los principios y valores, así como la noción de la dignidad son al parecer una característica única en nuestra especie que nos dirige hacia estados superiores de desarrollo. Caso contrario el cultivo de las emociones negativas.

Lo que sigue es un aspecto capital en a exposición de Héctor Gómez respecto a la Tercera Singularidad. Dice: "Teniendo el cerebro una base material y siendo su funcionamiento neuroquímico y energético y por ende regido en su funcionamiento básico por leyes cuánticas es el sustrato ideal para servir de puente con planos sutiles de existencia, favoreciendo de esta forma la aparición de los que denominamos el cuarto cerebro, o cerebro sutil,compuesto por las actividades submicroscópicas que a nivel cuántico ocurren dentro y entre las neuronas que lo conforman.

De este proceso, se deriva la siguiente y última singuraridad que describe Héctor Gómez. y que lo desarrollaremos en el siguiente artículo. Se trata de la Singularidad Trascendental.




TERCERA SINGULARIDAD





SINGULARIDAD. LINDES DEL CONOCIMIENTO HUMANO. (2a Parte)





Segunda Singularidad. El origen de la Vida

Cuando se formó el sistema solar hace 4,600 millones de años en la periferia de un brazo de la galaxia. Para entonces en la Tierra ya empezaba a desplegar su asombroso proceso evolutivo, aunque su órbita era sumamente inestable y que su tamaño era mayor al actual, fue la aparición de un afortunado incidente cósmico que le hizo apto para la vida. El choque con el planetoide Theia se realizó con un ángulo y una fuerza tal que estabilizó su órbita y le dio una colocación respecto a sol perfecta para que posteriormente la temperatura diera lugar a la vida; de igual modo la colisión redujo el tamaño de la Tierra de tal manera que permitió una gravedad ideal para conservar una atmósfera favorable para la vida.

El mismo acontecimiento dio origen a la luna (existe un interesante debate en torno al origen y naturaleza de la luna que expondremos en el futuro y se contrapone a lo que sostiene el Dr. Gómez). Al colocarse la luna en ese lugar y no más cerca ni más lejos, permitió por efectos gravitatorios que nuestro planeta generara un campo magnético esencial para impedir que el viento solar arrastrase nuestra atmósfera. Todos estos elementos dieron oportunidad a la explosiva diversidad de vida en la Tierra, tal como se conoce hoy día.

Tenemos, entonces, que de un “accidente cósmico”, del caos y la destrucción surgió la vida en la Tierra, de la unión de contrarios surge la Creación. En la antigüedad los alquimistas decían: conjunctio oppositorum, para expresar la unión de los opuestos, la dualidad vida y conciencia. Definitivamente “existe un grado de conciencia en la expresión de la vida”.

Pero, ¿cuáles son las condiciones subatómicas que dan origen a determinadas células?, ¿cómo es que se organiza un número determinado de ellas para dar lugar a una forma específica de vida?, Max Planck demostró que la energía está organizada en unidades indivisibles, o quantums. En tal sentido la vida, desde sus formas más simples a las más complejas, es manifestación en diferente grado (o formas específicas organizadas) de quantums de conciencia, que no es otra cosa que la capacidad auto organizativa de las expresiones biológicas de la vida y con el intercambio de energía. 

La Homeostasis, capacidad celular del cuerpo para mantener una determinada temperatura, pH, el balance de iones, nutrientes y volumen de agua, etc.; la migración estacional de especies; el perfecto movimiento coordinado de los cardúmenes; o los desplazamientos fractales de los estorninos, son apenas botones de muestra de esa “conciencia cuántica”.

¿Cómo y cuándo empezó a formarse vida en nuestro planeta? Se ha llegado a un estimado de que hace 4,600 millones de años, en el periodo pre-cámbrico, la Tierra era un magma incandescente, era, dice Héctor Gómez, “un conglomerado de ríos y océanos de lava ardientes centenares o miles de grados centígrados sometida a bombardeos casi continuos por meteoritos que producían colosales explosiones, que a su vez, permitían que el material galáctico se esparciera por todo el planeta”. 300 millones de años después, la corteza empezó a enfriar y engrosar para dar lugar al primer megacontinente, Rodinia, rodeado por el megaocéano Pantalasa, producto de lluvias torrenciales de millones de años. 800 millones después aparecieron los primeros aminoácidos, los llamados “ladrillos de la vida”. 

La formación de cadenas perfectas de aminoácidos dio lugar a las proteínas. La destacada bióloga molecular Lynn Margulis de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos y la Academia Rusa de las Ciencias (esposa de Carl Sagan de 1957 a 1965) no encuentra nada que  explique el paso de la materia inerte a la materia orgánica.

Es importante detenerse un poco a señalar que la cadena de aminoácidos tuvo la secuencia exacta y perfecta, pues de faltar uno sólo ellos no habrían servido para la creación de proteínas. Y de haberse cambiado el orden de dicha secuencia, tampoco podría haber funcionado para el surgimiento de vida.

Un complejo y minucioso mecanismo, y un delicado equilibrio operan en la formación de las proteínas, que son los componentes básicos de los tejidos de los seres vivos. Una muestra de ello son las células más evolucionadas que conforman nuestro cuerpo: las Eucariotas. Esta célula tiene la peculiaridad de contar con un núcleo parecido al cerebro de los organismos más avanzados, incluyendo El humano. Dentro de dicho núcleo de la célula Eucariota se halla una molécula importante, el Ácido Desoxirribonucleico (ADN), cuya estructura es secuencial, igual a la de los aminoácidos e igualmente asombrosa.

Matemáticamente, la probabilidad de que se forme una sola cadena proteica al azar es más que imposible. El cálculo estadístico indica que el número es igual a que “no ocurrirá” (1 en 1050) y que el número 1 es igual a que “ocurrirá”. Haciendo el cálculo correspondiente se dice que la probabilidad de que haya surgido vida al azar es de 1 en 10650. Aún en las condiciones más favorables, como el experimento de J. F. Copeddge, la probabilidad de que surja una sola proteína útil para la vida es de 1 en 10161, sigue siendo materialmente imposible que haya surgido vida en la Tierra a partir de material inerte. Y para mayor asombro el cálculo para que surgiera el hipotético ser vivo de Copeddge de 239 proteínas es de 1 en 10122,470

Calcular en estos términos la probabilidad de existencia de un 
microorganismo como la escherichia coli da la increíble probabilidad de 1 en 1034, 000, 000,000

Estos números han llevado a algunos científicos a postular la existencia de un Diseño Inteligente que creó la vida; una fuerza o energía que guía y diseña, que promueve el surgimiento de lo diseñado, a todo el proceso de la vida de manera concatenada y como un solo organismo, donde todo forma parte de una unidad, ninguna parte tiene sentido por separado, como decía William Paley.

Otro acontecimiento digno de mencionar en el excelente relato del Dr. Héctor Gómez, es la denominada Explosión Cámbrica. "Resulta que después de haber vida unicelular durante más de 3,000 millones de años ; de pronto, y sin una causa determinada conocida,  comenzaron a aparecer organismo multicelulares que de pronto aparecieron y llenaron todo el planeta.


"Dichos organismos multicelulares comenzaron un proceso de transformación que culmina con los organismos existentes actualmente, incluyendo por supuesto los seres humanos... pero ¿quiénes somos los seres humanos? Una especie aparecida hace apenas 300,000 años... no existe un camino claro y científicamente probado de cómo se fueron dando los millones de cambios sucesivos  y secuenciados para la aparición del Homo Sapiens Sapiens". 

"A nivel microscópico, en biología molecular, la complejidad es aún mayor, pues los cambios bioquímicos, genéticos, enzimáticos, protéicos y morfológicos requeridos para el surgimiento de una especie nueva son de una magnitud y complejidad tales que se hace imposible una definitiva demostración empírica de cómo tan portentosos cambios pudieron tener lugar". 


Y continúa el fascinante relato de Héctor Gómez: "Plantearse que es posible formar una bacteria a partir de integrando al azar compuestos químicos y que una vez formada sólo es cuestión de tiempo para que por casualidad se forme un ser humano no está ni remotamente demostrado por ningún hecho ni prueba científica alguna". 

Sólo existen postulados y creencias, especulaciones, mejor o peor fundadas, pero sólo eso, nada concreto ni definitivamente probado. Si se puede decir que de forma gradual comenzó a gestarse un cambio que fue más allá de las características materiales o de forma de algún antepasado, un cambio que fue surgimiento de algo no material, intangible e inasible: la aparición de la capacidad de razonamiento lógico/deductivo, de análisis y de creatividad (la mente y la conciencia humana)..."

Finalmente podemos decir por nuestra cuenta que ante la abrumadora evidencia reunida en este video. Casi no queda duda de que una inteligencia consciente dio lugar a lo que conocemos hoy como universo, como planeta, como realidad. 

La perplejidad que arrojan los cálculos probabilísticos nos inclina a pensar que la propuesta de un Diseño Inteligente fue quien configuró el universo todo. De nueva cuenta, las culturas y tradiciones iniciáticas vuelven a la palestra, no para ser vilipendiados, sino para integralo a la investigación científica; bien con evidencias físicas, bien con conocimientos que deben ser descodificados.

Gracias por tu atención. Esperamos que esta información te haya resultado útil o interesante. Esperamos tu opinión.



SEGUNDA SINGULARIDAD


miércoles, 21 de septiembre de 2016

Reseña "Totalidad y el orden implicado" (Autor: David Bhom)


La totalidad y el orden implicado es sin duda un libro que puede valorarse como uno de los más importantes de su autor, pues resume cuarenta años de investigaciones. Es una colección de ensayos donde vierte de manera clara la naturaleza y la estructura que subyace en esto que conocemos como realidad. 

David Bohm es uno de esos autores peculiares ubicados en la frontera de la ciencia y la filosofía del espíritu (debe recordarse la importante influencia que tuvo en él Krishnamurti, con quien guardó una profunda amistad); dispone por ello de potentes herramientas conceptuales de ambos saberes logrando desentrañar algunos insonsables enigmas sobre la materia.

En ocho capítulos despliega su genio para revelar aspectos fascinantes como la relación del lenguaje con el pensamiento. Aunque la mayor parte del libro lo ocupa la exposición de los fundamentos de la teoría cuántica, de la que él es uno de sus representantes más emblemáticos y notables, termina la obra con un plausible y exquisito capítulo, "Materia, consciencia y su fundamento común", con el cual entierra el paradigma fragmentario que separa lo material de lo no físico (metafísico-subatómico). Concluye con una poderosa propuesta donde articula el mundo material y el mundo sutil.

Pese a que han transcurrido casi cuatro décadas desde la primera edición (1980), se trata de un libro realmente visionario e inspirador pues cobra hoy día una gran vigencia para los espíritus inquietos que buscan ir más llá de los paradigmas dualistas decimonónicos representados fundamentalmente por los ilustres Isaac Newton y René Descartes.

Se trata, en definitiva, de una obra vigente, indispensable para decodificar el futuro de la humanidad, y comprender su presente.

Contenido:
1.           Fragmentación y totalidad
2.     El reomodo, un experimento con el lenguaje y el pensamiento   
1.     La realidad y el conocimiento considerados como un proceso
2.     Variables ocultas en la teoría cuántica
5.     La teoría cuántica como indicio de un orden nuevo en la física. Parte A: El desarrollo de los órdenes nuevos como se muestra en la historia de la física
6.     La teoría cuántica como indicio de un orden nuevo en la física. Parte B: Orden implicado y orden explicado en la ley física
7.     El universo plegado-desplegado y la consciencia



martes, 6 de septiembre de 2016

SINGULARIDAD. LINDES DEL CONOCIMIENTO HUMANO. (1a Parte)







Primera Singularidad: Origen del Universo


La naturaleza del horizonte de sucesos de un hoyo negro, la estructura última de la materia, el origen de la vida terrestre y el origen de la humanidad, el propio origen del universo, los alcances de la inteligencia artificial y la robótica dentro cuatro décadas, las repercusiones de la computación cuántica en el futuro, son incognitas que nos introducen al concepto de singularidad, algunos en el campo de la astrofísica, otros en la antropología o la medicina, etc., pero todos están relacionados con temas incognoscibles llegando al punto en que los circuitos del cerebro se sobrecalientan y se impone ante las grandes mentes que estudian tales miterios un gran signo de interrogación. 


Al concluir esta seride de cuatro singularidades podrás comprender por qué es factible incluir en este rublo, estrictamente científico, dilemas como vida después de la vida, las posibilidades energéticas humanas, la consciencia, etc.

"Singularidad denota, según la RAE, distinción o separación de lo común. La misma acepción se da en inglés. Pero la singularidad en ciencia y tecnología significa una incógnita, un muro que no le permite "ir más allá" entre el universo interno (subatómico) y el externo (cósmico).

En la experiencia humana y su búsqueda de conocimiento, desde la más implosiva (hacia adentro), hasta las más universal (hacia afuera), se instala un movimiento sempiterno que muta y cambia constantemente similar a las olas del mar, pero ante esa búsqueda siempre se ponen de manifiesto los lindes que la detiene.
Las cuatro singularidades
Algunos recordarán aquel legendario psiquiatra español, mejor conocido hace medio siglo por ser un riguroso e incansable explorador de misterios, Fernando Jiménez del Oso. Pues otro médico psiquiatra latinoamericano, no menos brillante, el venezolano Héctor Gómez ha sintetizado de manera magistral algunas de las singularidades a las que nos hemos referido.
Se trata de exponer en este espacio, brevemente, algunos ejemplos y conceptos básicos de la singularidad y demostrar que existe una inteligencia en el origen de la Totalidad.
Primera Singularidad. El origen del Universo
El espacio/tiempo es un “cosa”, esto quiere decir, el espacio se moldea y deforma debido al efecto de la gravedad sobre los cuerpos celestes y debido a que el universo está en constante expansión, tal como demostró, entre otras cosas, el astrónomo Edwin Hubble en 1929 y gracias a lo cual se pudo calcular el origen del Universo en 13,700 millones de años; con ello, la idea newtoniana del espacio estático cambió para siempre, y posibilitó la teoría del Big Bang.

La teoría del Big Bang postula que en el origen del Universo toda la masa (planetas y galaxias, estrellas) cabía en un átomo. Esto hace suponer, entonces, que la fuerza de gravedad era infinita (G=) de manera que el espacio colapsó sobre sí mismo, esto significa que la materia dejó de tener espacio; y al desaparecer el espacio, el tiempo se detuvo. Para entonces, el valor matemático del Espacio era E=0, el valor matemático del Tiempo era T=0 y el de la Materia era M=0, o lo que es lo mismo: la Nada Absoluta. Héctor Gómez afirma que tal estado: “no es concebible por la mente humana porque rompe con todas las leyes de la física, simplemente porque no existe nada y por ende no puede haber leyes. Es por ello que se denomina singularidad cosmológica…” 


Y surge inevitablemente la siguiente pregunta: ¿cómo se pasó de la nada absoluta, a "algo"?, ¿Cuáles fueron, las circunstancias específicas que detonaron el Big Bang? Es aquí donde un insondable abismo separa al hombre de Dios.


No sé sabe aún qué ocurió antes del Big Bang para que de esa "Nada" absoluta,  surgiera "Algo" espacio-temporal; se desconoce qué fenómenos tuvieron lugar para que a partir de la luz pura sugieran protones, neutrones y todos los elementos de la materia que observamos. 

Sea lo que fuere, se sabe que algo que está fuera del espacio, fuera del tiempo, y que es no-material, dió origen al tiempo-espacio y a la materia. Debe subrayarse en este sentido que el humano es materia, pero con consciencia.


El Dr. Héctor Gómez explica que una secuencia de increíbles acontecimientos cuánticos sucedieron con una precisión y equilibrio tal que dieron lugar al Big Bang. En dicho equilibrio jugaron un papel fundamental cuatro fuerzas hasta ahora conocidas: la gravedad (fuerza de atracción), la fuerza electromagnética, la fuerza fuerte (que mantiene unido los componentes del núcleo atómico) y la fuerza débil; cada una de la cuales tuvieron un valor determinado y preciso que hicieron posible la existencia del universo. Se desconoce por qué se dieron esos valores y no otros, pues con una mínima variación en algunos de ellos sería imposible el surgimiento del propio universo. 


Atisbar los misterios que encierra el origen del universo es esencial para acercarnos al entendimiento de la naturaleza y estructura de la realidad que nos rodea, incluyendo lo que trasciende nuestra percepción inmediata; pero sobre todo para tener una idea de nuestro devenir como especie. La teoría del Big Bang es uno de los acercamientos más recientes y consistentes en la actualidad, aunque deja la duda del porqué de la Nada surgió la materia.


Como quiera que sea, la explicación que ofrece Héctor Gómez, es sin duda un interesante punto de apoyo paa indagar el misterio cósmico, y justo porque es un misterio, se llama Singularidad.


Aquí dejamos el tema de la singularidad cosmológica. 
En la segunda entrega veremos la segunda singularidad, Singularidad Biológica, un tema fascinante por la cantidad de elementos subatómicos que tuvieron que converger para configurar la realidad que ahora vivimos. Estoy seguro que lo disfrutarán.

Este blog intenta establecer un diálogo, por lo cual agradeceré que dejen sus comentarios. Sus intervenciones siempre serán bienvenidas para hacer este espacio más dinámico y entablar un fructífero diálogo.

Nos vemos en el siguiente tema...





PRIMERA SINGULARIDAD