domingo, 1 de abril de 2018

NEURÓLOGO PONE EN CUESTIÓN EL CONCEPTO DE «LIBRE ALBEDRÍO»





* Nuestras decisiones están tomadas mucho antes de ejecutarlas

* «Quizás somos títeres de nuestras neuronas», afirma


Consciencia y subconsciente

«Quizás somos títeres de nuestras neuronas», afirma Ranulfo Romo Trujillo, investigador del Instituto de Fisiología Celular y doctor honoris causa  de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dado a conocer en un reciente boletín de la propia UNAM.

La frase quizás no sería tan sugestiva e interesante de no haber sido dicha por quien la dijo. La palabra «Quizás» denota conjetura y no una aseveración concluyente, aun así, no puede uno dejar de pensar que detrás de esa frase podría haber algo que nos llene al asombro.

¿Qué ha querido decir Romo Trujillo? Lo primero es que cada persona educa a su cerebro, lo somete a una especie de entrenamiento con la información del mundo externo que vamos transformando y guardando en forma de experiencias.

«Uno de nuestros temas centrales de investigación es descifrar cómo se guarda esa información», señaló Romo Trujillo.

Y agrega: «Todo lo que somos nace de nuestro subconsciente, después lo hacemos consciente. Todo lo que creemos que es la voluntad, nace involuntariamente, y posteriormente lo hacemos voluntario».

Esto se refiera a que nuestro entendimiento del mundo concreto (consciente) se construye y lo asimilamos de un modo que apenas nos damos percatamos (subconsciente).

El subconsciente es ese ámbito de nuestra mente en el que la información ingresa a nosotros a través de las emociones, tal como las creencias y que está fuera del rigor del pensamiento racional. Mientras la consciencia es el piel de nuestro psiquismo, el «aquí y ahora» es lo que ponemos en funcionamiento para interactuar de manera ininterrumpida con el exterior.

Romo Trujillo plantea que las personas pueden ser capaces de entrenar su cerebro con acciones voluntarias de manera que logren afinar la memoria, la imaginación y la capacidad de hacer cosas, aunque no establece detalles de dichas acciones voluntarias.

Imaginación, producto del conocimiento

El divulgador científico expuso en una conferencia impartida el año pasado que una sensación se transforma en percepción, memoria y, finalmente en una decisión cuando los circuitos cerebrales de la percepción se enlazan con la memoria al servicio de la toma de decisiones.

Esto es, por ejemplo, si un sujeto tiene que realizar una transacción económica para adquirir un auto, se genera dentro de su cerebro un circuito neurológico que ayuda a conectar las experiencias previas  (mediante la memoria) con la experiencia de adquirir un auto, de tal manera que le permitirá valorar los factores que mejor convengan a la experiencia de adquirir el auto.

Así, los circuitos cerebrales definen la manera en que percibimos las cosas, sin embargo, desde el punto de vista del investigador de la UNAM, «con el proceso de envejecimiento esos circuitos van perdiendo la capacidad de reconfigurarse».

Es interesante y complejo el proceso cerebral de la imaginación la cual, según Romo, es producto de nuestro conocimiento. “No me puedo imaginar cosas que no estén asociadas con algo que conozco”, sostuvo.

En este sentido Romo Trujillo mencionó, «algunos colegas y yo tenemos la hipótesis de que es una perturbación de los circuitos neuronales en donde está guardada la información, la memoria… A partir de esa información generamos imágenes mentales, o creatividad de una manera muy distinta. La gran pregunta es cómo la materia se convierte en imaginación», concluyó.

En este sentido, el científico ha explicado que los resultados de su investigación albergan preguntas como ¿existe el libre albedrío? o, ¿es una ilusión creada pensar que tenemos las riendas de nuestras mentes para darnos una sensación de autoconfianza, que tanto necesitamos? ante lo cual responde, «Si de algo que estoy seguro es que el hombre es títere de sus propias neuronas».

En el trayecto de su investigación Romo explica cómo operan las neuronas dopaminérgicas en los movimientos voluntarios de los monos. Lo que encontró fue una ligera activación antes de que el sujeto ejecutara los movimientos voluntarios, lo cual dio lugar a un circuito de neuronas conectadas entre la corteza cerebral y otras áreas cerebrales; calcularon que esta actividad representaba una circulación de alrededor 29 veces por ese circuito neuronal.

Nuestras neuronas le dirían a nuestra motricidad, «cuando ustedes van, yo he vuelto 29 veces», Las implicaciones que esto tiene en la comprensión de la conducta humana son vastas. Y está a la vista: las disciplinas psicológica, sociológica y filosófica tiene mucho que investigar a partir de estos hallazgos.

Conclusiones
Definitivamente en este trabajo se encuentra la descripción más completa de cómo los circuitos cerebrales de la percepción, se enlazan con la memoria al servicio de la toma de decisiones.

Por eso, explica Romo Trujillo: «Tenemos un circuito de neuronas en nuestro cerebro que se encarga de elaborar nuestras acciones voluntarias y, dado que, la voluntad si es que existe y la conciencia son dos propiedades emergentes de nuestro cerebro, es difícil saber si tenemos control de nuestras acciones o sí solamente son las neuronas las que se encargan de hacer esto».

En este sentido sostiene el neurólogo: «Estos hechos sirven para entender una serie de procesos que ocurren en el cerebro que parecen claros para cada uno de nosotros, pero no lo son cuando lo introducimos a nivel del tejido cerebral y le hacemos preguntas a las neuronas, a las conexiones, a los circuitos, a los grandes territorios de nuestro cerebro, parece que todo está claro porque cada uno tiene un cerebro producto de muchas cosas».

Los resultados de su trabajo podrían relacionarse con la búsqueda de respuestas a preguntas ¿Existe el libre albedrío? o « ¿es una ilusión creada pensar que tenemos las riendas de nuestras mentes para darnos una sensación de autoconfianza, que tanto necesitamos?»

Sobre su investigación, el científico concluye: «De algo que estoy seguro es que el hombre es títere de sus propias neuronas. Hace un par de décadas, el científico buscaba algunas respuestas dentro de neuronas dopaminérgicas en los movimientos voluntarios de los monos. Encontró que se alcanzaban a activar suavemente mucho tiempo antes de que el sujeto iniciara los movimientos voluntarios».


Fuentes:
- Dirección General de Comunicación Social-UNAM
Boletín UNAM-DGCS, 28 marzo, 2018

- Código San Luis. Periódico en línea. Mayo, 11, 2017
http://www.codigosanluis.com/hombre-titere-propias-neuronas-dr-ranulfo-romo-trujillo/


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