La meditación es una
práctica milenaria a la que se le atribuyen múltiples beneficios. Aunque calificada tradicionalmente como “pseudociencia”, poco a poco ha sido objeto de serios estudios que han logrado aclarar y confirmar sus aportes, sobre todo en el área de la salud.
La News Medical publicó
hace un par de años en su portal un artículo titulado La Historia de la Meditación donde se reconoce sus efectos favorables en la recuperación de pacientes, y menciona que en 2007 dos de cada diez norteamericanos ya pacticaban la meditación.
En México, instituciones públicas que gozan de reconocimiento como el Centro Médico Nacional Siglo XXI imparten talleres de meditación. Algunos medios de comunicación masiva, publican artículos donde describen la manera en que la meditación complementa la terapia médica.
En México, instituciones públicas que gozan de reconocimiento como el Centro Médico Nacional Siglo XXI imparten talleres de meditación. Algunos medios de comunicación masiva, publican artículos donde describen la manera en que la meditación complementa la terapia médica.
En la práctica meditativa
lo fundamental es la respiración. Esa función orgánica que nuestro cuerpo
realiza de manera automática es el vehículo con el que, a través de diversas
técnicas de meditación, se logran resultados óptimos en el cuerpo y la mente.
Ahora, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, han encontrado que algunas células neuronales se relacionan con la respiración empleada en la meditación a través de ciertas regiones del cerebro.
Revelan hallazgos en la relación meditación/cerebro
Revelan hallazgos en la relación meditación/cerebro
Investigadores creen que
podrían haber encontrado finalmente la respuesta al por qué la meditación es
tan efectiva; señalan que un pequeño grupo de neuronas en los tallos cerebrales
conectan la respiración con estados de calma.
Eso es lo que ha revelado un
experimento aplicado a ratones, -recuérdese que el cerebro del ratón tiene
muchas similitudes con el cerebro humano-, por lo que es un buen punto de
partida que podría comenzar a explicar en un nivel físico cómo prácticas como
la meditación y el yoga
pranayama pueden traer calma y euforia a quienes las practican.
"Este estudio es
intrigante porque proporciona una comprensión celular y molecular de cómo
podría funcionar la meditación", dijo
el investigador a cargo Mark Krasnow de
la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford.
"Nos preguntamos si
diferentes subtipos de neuronas dentro del centro de control respiratorio
podrían generar diferentes tipos de respiración",
agregó.
El diagrama muestra el camino (en verde) que conecta directamente el centro de la respiración del cerebro con el centro de excitación y el resto de la masa encefálica. |
El año pasado, Krasnow y su
equipo encontraron pruebas
de que un pequeño grupo de neuronas dentro del complejo
pre-Bötzinger eran los responsables de generar suspiros; sin ellos los
ratones nunca suspiraban, pero cuando estuvieron presentes, los roedores no podían dejar
de suspirar.
Encontraron un grupo de neuronas en el complejo que tienen lo que podría llamarse una "función zen" - que parecen regular estados de calma y excitación en respuesta la respiración.
"Inicialmente estaba
decepcionado", dijo
Kevin Yackle , uno de los investigadores del equipo, ahora en la
Universidad de California en San Francisco.
Tras una investigación
adicional, el equipo encontró evidencia de que las neuronas estaban formando
conexiones con el locus
coeruleus , una región del tronco encefálico implicada en la
estimulación y la emoción; es responsable del insomnio, desencadenante de la ansiedad y la angustia.
El equipo concluyó que el pequeño grupo de casi 200 neuronas estaba respondiendo a las conexiones con el locus coeruleus para regular los estados de ánimo.
Si algo afecta o acelera la respiración, puede deberse a que las 175 neuronas comunican al resto del cerebro que lo que
está ocurriendo, tiene un carácter crítico.
El trabajo es sin duda un
prometedor avance, aunque todavía hay
mucho por aprender acerca de cómo funciona el complejo
pre-Bötzinger, en particular en los seres humanos.
La investigación plantea la posibilidad de que "cualquier forma de práctica -desde
yoga, pranayama a meditación- que esté trabajando activamente la respiración
podría estar utilizando este medio para regular algunos aspectos de alguna emoción alterada", dijo el neurobiólogo Antoine Lutz del Instituto Nacional de
Salud.
La investigación ha sido publicada en Science.
La información de
la investigación fue tomada del artículo de Fiona Mc Donald de Science Alert, publicada el 10 de abril de 2017.La investigación ha sido publicada en Science.
Mantra Yoga Meditación, es lo que yo conozco y practico desde hace mucho tiempo y es lo mejor de lo mejor..! Se las recomiendo... 🌎🦅🙏
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