Estamos
acostumbrados a entender que el origen del Universo sucedió con la Gran
Explosión, o el Big Bang, esta es una idea aceptada mundialmente desde mediados
del siglo pasado, gracias a los trabajos del físico y astrónomo ucraniano Gueórgui Gámow y los
nortemericanos Ralph Alpher y Robert Herman. Sin embargo en los últimos años,
viene empujando fuerte algunas teorías desde el campo de la astrofísica y la
física cuántica que ponen nuestro asombro en un nuevo punto de partida.
¿Qué son los universos paralelos?
La teoría
de los Universos Paralelos es uno de los retos más importantes y fascinantes
que enfrentan los físicos y astrofísicos de la actualidad; ésta plantea la existencia
de diversas realidades alternas a la que experimentamos día a día.
Lo que
parece propio del campo metafísico y paranormal, es objeto de los más avanzados
estudios de la ciencia dura: la física, particularmente, la física cuántica.
El
cosmólogo sueco-estadounidense y profesor del Instituto Tecnológico de
Massachussetts, Max Tegmark, plantea que existen tres tipos de universos
paralelos, además de nuestro universo.
Uno existe
en más allá de los confines de nuestro universo; otros se encuentran en un
entorno de energía oscura llamado multiverso; el último se halla en el
mismo espacio en que vivimos, aunque en una dimensión distinta, por lo cual no
podemos verlo.
Orígenes de la teoría
El tema de
los universos paralelos, tal como lo expone actualmente la física cuántica
inició cuando Sir William Crookes, un eminente científico inglés, partidario de
la parapsicología y la videncia, dio crédito a personas que, afirmaban, tenían la
facultad de contactar con seres inmateriales de otras dimensiones, en la década
de 1870.
La
investigación de Crookes sobre la luz y su conductividad a través de ciertos
metales, así como su aporte a los modelos atómicos, le ganó el reconocimiento
de la comunidad científica de la época, incluso llegó a tomar sorprendentes fotografías
de sesiones espiritistas. Sin embargo, las conjuras e intrigas de sus detractores
convenció del «fraude» de los videntes y la reputación de Crookes se vino
abajo. Toda referencia a dimensiones y universos paralelos fue desterrada del
ámbito científico, y quien hablara del tema era objeto de escarnio y burla.
Fotografía tomada por William Crookes |
En su
experimento, Lenard quiso corroborar el comportamiento ondulatorio de la luz
aplicando un potente haz de luz a una placa metálica con la idea de obtener más
energía, pero los resultados nunca fueron los esperados.
Origen de la ciencia cuántica
Fue la inquieta
mente de Einstein quien encontró la respuesta al experimento de Lenard. Sus
investigaciones lo llevaron a encontrar que el comportamiento de la luz es no sólo
ondular, sino también corpuscular, lo que a la postre llamarían elementos de
onda/partícula o «quantos».
Este
hallazgo fue uno de los orígenes de la mecánica cuántica, y lo que tiempo
después llevaría a la teoría de los universos paralelos.
Antes de Einstein
la ciencia estaba regida por el sentido común y la física clásica, el mundo
sólido. La luz era sólo ondas. Ahora, en la física cuántica reina la
incertidumbre y el azoro. La luz, podía ser onda y partícula al mismo tiempo, y
podía estar en dos sitios a la vez.
Hugh Everett |
Investigaciones
posteriores encontraron que la misma naturaleza dual de la luz aplica en todo
el comportamiento del mundo subatómico.
Ahora bien,
el punto fuerte de este planteamiento es, ¿por qué el mundo es sólido y
concreto como lo percibimos? Si estoy hecho de partículas que pueden estar en
varios sitios a la vez, ¿por qué no puedo estarlo yo también?, ¿por qué si
existen varias posibilidades de realidades subatómicas sólo vemos un mundo a
nuestro alrededor?
Estas
formulaciones dieron lugar a la teoría de los universos paralelos, y fueron
respondidas en la década de 1970 por el físico estadounidense Hugh Everett, en
el tratado llamado Muchos Mundos,
escrito siendo aún estudiante universitario, su brillante trabajo establece que
cada vez que nos relacionamos con el mundo que nos rodea, lo observamos o
medimos causando que la realidad, nosotros incluidos, se divida en todas las
realidades posibles.
Sin embargo
el planteamiento de Everett fue rechazado por la comunidad académica, por
considerarlo un disparate. Como Crookes, Everett fue otra víctima del ostracismo
académico y científico; sus formulaciones terminaron por arruinarlo.
No obstante
su trabajo fue revalorado por generaciones que le sucedieron, valorando la
solución de Everett.
Varias teorías de varios universos
Los
desarrollos teóricos que han formulado prominentes científicos como el propio Alan
Guth o Max Tegmark, sostienen que las estipulaciones de Everett no son tan
descabelladas. Guth afirmó en una reciente entrevista de National Geographic
«Hay una serie de planetas exactamente igual que nuestro planeta, y exactamente
iguales que muchas otras tierras posibles que podamos imaginar.»
Y agrega:
«Nosotros y la Tierra estamos hechos de partículas, y las partículas están
unidas, como los átomos. Presumiblemente sólo existe un número finito de modos
distintos en que esas partículas pueden unirse para crear algo como un planeta
como la Tierra. Al final se acabarían las posibilidades y habría que repetir
las mismas combinaciones antiguas. Y si el universo fuera realmente infinito,
habría un número infinito de copias de todo.»
Entonces,
en un universo de tamaño infinito esas ordenaciones finitas de átomos y
moléculas, acabarían repitiéndose, creando seres parecidos a nosotros, y
finalmente copias idénticas.
En sus
investigaciones sobre el origen del universo, Guth ha encontrado que en el
momento justo de la Gran Explosión el universo se infló a una velocidad
inimaginable (1035, es decir, un decimal seguido de 35 ceros y al
final un 1), de este acontecimiento se deduce que lo que vemos es sólo una
parte diminuta del verdadero universo.
El
cosmólogo y profesor de la Universidad de California, Anthony Aguirre, afirma
en este mismo sentido: «Hay réplicas exactas ahí afuera, está garantizado que
hay materia ordenada del mismo modo que nuestro planeta.»
Por otro
parte, la cosmóloga y física teórica albanesa, Laura Mersini-Houghton, plantea
la posibilidad del multiverso. A partir de la idea de que el Big Bang fue sólo
un acontecimiento diminuto dentro de un valle de energía donde ocurre un Big
Bang a cada momento, algunos son parecidos a nuestro universo, otros no.
Finalmente,
si el multiverso crea un número infinito de universos, la misma secuencia que
forman la materia de nuestros cuerpos y nuestros planetas, se repetirán
indefinidamente, de la misma manera que vemos la fractalidad en la naturaleza, la cual sigue un patrón y un orden universal.
Todas estas
posturas teóricas están basadas en complejas formulaciones y cálculos
matemáticos que nos aproximan a lo que se ha planteado en esta reseña. Muchas
leyes que hoy son aceptadas por todo el mundo experimentaron el escepticismo
por parte de la comunidad científica como lo existe hoy en día en torno a la
teoría de los universos paralelos.
Si algo caracteriza
a este momento histórico, es el consenso entre los científicos de que hoy en
día de que no existe una sola versión que explique el origen del universo.
El tiempo
irá decantando cuál de todas estas teorías, es la correcta.
Este
artículo se redactó con información contenida en el video Universos Paralelos, ¿existe el multiverso? Realizado por National
Geografic en 2011. Naked science. Living
in a parallel Universe, escrito producido y dirigido por Malcom Clark.