miércoles, 1 de febrero de 2017

BIOLOGÍA DE LA CREENCIA. EL ASOMBROSO APORTE DE BRUCE LIPTON DESDE LA BIOLOGÍA CELULAR

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Todos sabemos que los genes son los ladrillos biológicos de los que estamos hechos los seres vivos. Aunque en el caso de los humanos y los mamíferos en general, también atribuyen a los genes ciertos modos, actitudes y temperamento.

Se sabe que los genes no sólo son los encargados de transmitir rasgos y caracteres, también enfermedades y patologías. En el área de la salud, es muy común que al redactar sus expedientes por primera vez, los médicos pregunten a sus pacientes si en su familia existen antecedentes de, por ejemplo, cáncer o diabetes, para determinar las causas del padecimiento y el diagnóstico clínico.


Pero existen elementos muy robustos que indican que la información genética poco o nada tiene que ver con la dicotomía salud/enfermedad. Cuando se habla de que los genes son responsables de la mayoría de las enfermedades, Bruce Lipton, un biólogo celular norteamericano con estudios acreditados en la clonación de células madre, levanta la mano para decir con determinación "¡no es cierto, la respuesta a la enfermedad está fuera del cuerpo!".


Este hombre se suma a la ya larga lista de científicos que en las últimas décadas están cimbrando los paradigmas científicos que desde el Renacimiento han dominado en Occidente. Plantea que existe una energía en los pensamientos y emociones que impacta directamente en nuestra salud.



¿A qué se refiere cuando dice que los genes no son responsables de las enfermedades?, ¿es que la ciencia médica ha estado equivocada durante tanto tiempo? Hace algunos años nuestro autor publicó un libro (hay también un excelente video argentino en Vimeo) con un nombre provocador. Biología de la creencia, es un libro donde Lipton expone con claridad las investigaciones y hallazgos que le ha llevado sostener que los genes tienen menos importancia de la que se le ha asignado. Veamos brevemente que dice al respecto:

Describe cuatro mitos en la cultura científica en el mundo, que nombra los cuatro mitos del 'Apocalipsis'. Por su extensión nos enfocaremos sólo en dos de ellos que describimos a acontinuación:


Mito 1. La biología está controlada por la física de Newton


Aunque mesopotámicos, chinos, griegos y mayas habían estudiado el movimiento de los planetas muchos siglos antes que Newton, fue éste quien predijo en la Europa del siglo XVII el movimiento de los cuerpos celestes; así, la ciencia moderna hereda del físico inglés el principio predictivo. Debe recordarse que predecir fenómenos es, ni más ni menos, uno de los fundamentos de la ciencia moderna, para cumplir este precepto deben conocerse en primer lugar los mecanismos del fenómeno estudiado.


Mecanismo en griego significa "conjunto de piezas que unidas hacen un trabajo", entonces hablamos de máquina. Para Newton el universo era una máquina, -celestial, pues era un hombre de fe, pero una máquina al fin-, con movimientos y ciclos regulares, es decir, predecibles.


Newton sostenía, como lo hiciera René Descartes, que sólo se podía estudiar y analizar aquello que era medible: la materia; la mente no es física, por lo tanto no se puede medir. Con esta visión materialista y mecaniscista, Newton concibió el universo e inauguró una ciencia que predominaría varios siglos, hasta 1925.


En 1925 el mundo vio nacer la mecánica cuántica. Esta nueva ciencia observó que la materia, en su esencia, es energía. Dentro del átomo no hay materia, en realidad hay sólo energía. Lipton ejemplifica cómo funciona la energía en el átomo y dice que cuando dos fuerzas convergen, dichas fuerzas se suman; las personas experimentan la suma de estas fuerzas cuando se sienten bien o vitales en compañía de otra u otras persona, a ese fenómeno se le llama interferencia constructiva tal como lo muestra la fig. 1; caso contrario, cuando no convergen, tales fuerzas se anulan y las personas experimentan malestar o se sienten débiles al estar con otra u otras personas, a esto se le llama interferencia destructiva, véase la fig. 2.



Por otro lado, Lipton explica que los átomos están regidos por una fuerza, y esa fuerza es la que da masa a la materia, nos hace entender que los átomos no son físicos sino que son ondas que, como los medidores de sonido, tienen ciclos, amplitud y frecuencia, sólo que los átomos emiten y reciben energía; y esa energía al tocar otras frecuencias de otros átomos forman la materia. Al parecer, entonces, las frecuencias de los átomos son las que dan solidez a la materia.

Existe un concepto muy importante que Lipton postula, y toma una cita de Einstein para definirlo, ese concepto es El Campo. La cita dice: "El campo es la única entidad gobernante de la partícula", es decir, el campo es lo que da estructura a la partícula. A propósito, en nuestro artículo anterior, hicimos referencia en un video (ambos publicados en este blog) sobre los hallazgos de Rupert Sheldrake en torno a los 'campos morfogenéticos', dichos campos son la resonancia que contiene toda la información con la que se organizan la biología de las especies; de esta manera el campo determina su aspecto, su comportamiento, etc; así, cada especie comparte un campo específico.


Ahora, la idea del Campo como propone Lipton puede ejemplificarse con la curación de las personas enfermas, algunas incluso desahuciadas por su médico. A ese hecho le llaman técnicamente remisión espontánea ('milagro', coloquialmente), y tiene lugar cuando las personas afectadas cambian sus creencias con respecto a la vida o a la propia la enfermedad. La explicación que ofrece Bruce Lipton es que la enfermedad está en los pensamientos y las emociones, éstas son las que atraen o expulsan el cáncer del cuerpo; cuando cambian dichos pensamientos y emociones, la enfermedad, inexplicablemente, desaparece. Más adelante abundaremos sobre esto.


Un experimento ejemplifica la función del campo. Cuando se esparce limadura de hierro, sobre una superficie, la limadura queda en desorden, pero cuando se pone debajo de las limaduras un imán, la limadura se ordena, y se manifiesta un patrón. Bruce Lipton, dice, como el médico que estudia las células, un científico tradicional (newtoniano) analizaría un fragmento de la limadura de hierro para encontrar el patrón. Pero dicho patrón no está en la limadura, está en el campo que genera el imán, tal como se muestra en la imagen de abajo.




La palabra 'Campo', desde el punto de vista de Lipton, comparte la misma definición de 'Espíritu', son: "fuerzas invisibles en movimiento que influyen al mundo físico", por esa razón los pensamientos llegan a detener y revertir algunas enfermedades de una manera que resulta imposible a la medicina. Así, el campo creado en el ser humano se forma a través de la consciencia, de la mente. Aquí, la frase de Einstein vuelve a cobrar vigencia, y haciendo una paráfrasis diría: "La mente es la única entidad gobernante del cuerpo".


Mito 2. Los genes controlan la biología


Los cuerpos humanos están hechos de una comunidad de 50 billones de células. Lo interesante es que cada célula tiene las funciones vitales biológicas de una persona, es decir, se reproducen, se alimentan, elimina desechos. Y en esto Lipton afirma algo que a muchos parecería delirante, pero irá explicando punto por punto sin dejar lugar a dudas. Dice, "la célula, es como un ser humano en miniatura". La salud y la enfermedad, tienen que ver con la armonía o inarmonía en esta convivencia. Por eso, propiciar la separación poniendo muros entre las naciones, es incrementar la enfermedad de un cuerpo mayor que se llama humanidad.


Lipton sostiene que son las emociones las que determinan la enfermedad, es cuando hay problemas de salud y se vive en el enojo y en la indignación; eso mantiene el estado de separación y quien vive la emoción castiga su biología, enfermando. A nivel orgánico Lipton lo explica de siguiente manera.


Las proteínas mantienen la estructura del organismo (cada célula está formada de 150,000 proteínas diferentes). ¿Cómo se organizan 150,000 proteínas para formar una célula? La respuesta está en el ADN, el ADN proporciona a través de ARN los planos que ponen orden en las proteínas para formar nuestra estructura celular y por tanto nuestra forma física (color de ojos y de piel, estatura, cabello, etc). Tal como se enseña hoy día en las áreas médico-biológicas, el proceso va en una sola dirección: del ADN al ARN, y de éste a la proteína. Con este esquema, los genes no se pueden cambiar; no hay elección, si hay diabetes, cáncer, alzhaimer, en una familia, será hereditario irremediablemente. Desde este modelo de salud somos máquinas biológicas supeditadas a los genes.


Y es que los genes no son tan relevantes más allá de los rasgos y características de un individuo. Lipton lo ilustra con hecho científico significativo. Cuando realizaron el proyecto del genoma humano, requerían un gen por proteína, es decir, 150,000; pero grande fue su sorpresa cuando hallaron sólo 23,000, no más que los genes con los que cuenta un gusano. Por esta razón, desde el punto de vista del biólogo celular estadounidense, los genes no tienen una función más allá que ser los planos de construcción del organismo, que no es poca cosa, pero desde el punto de vista de Lipton no hay motivo para afirmar que de ellos dependen las actitudes y la salud de una persona.


Por otro lado, Lipton comenta que actualmente se enseña en las universidades que el núcleo es el "cerebro" de la célula, es decir, el núcleo -donde existen genes-, controla a la célula. Lo que descubrió el investigador es que esto no es así, porque en un laboratorio, al extraer él mismo el núcleo de una célula, ésta continuó viva durante meses, siendo que cualquier organismo al que se le extrae el cerebro, muere inmediatamente. Entonces, el núcleo de la célula no puede ser el cerebro. En todo caso, los genes del núcleo celular, como encargados de hacer funcionar la proteína, dejaron de dotar al núcleo de los elementos vitales, pero a la proteína, no a las funciones orgánicas de la célula. Es como si las piezas de un auto se desgastaran y al no cambiarlas, el auto se descompone. En este caso, los genes son sólo los planos para construir las piezas desgastadas.


Los genes sólo contribuyen a reproducir la célula, pero no la controla, como el cerebro controla al resto del organismo. 


De este modo, si los genes son los planos y las proteínas son los materiales de nuestro organismo, nuestro autor se pregunta, ¿quién es el contratista? El 'contratista' es el propio individuo que genera el ambiente en el que opera su biología, veamos que explicación ofrece.


Trabajando durante 40 años como investigador de las células, Lipton tomó un cultivo de células madre, las reprodujo en un plato de petri, después puso un grupo en otro plato, pero en un ambiente distinto y se formó músculo; replicó el procedimiento anterior en un ambiente diferente al primero y al segundo, y se formó hueso; en el tercer control se formó grasa. De las mismas células madre, con los mismos genes, se formaron distintos tejidos, sólo cambió el ambiente. Entonces concluyó que es el ambiente quien controla al organismo. El ambiente influye directamente en las funciones de las proteínas. Los genes forman la proteína, el ambiente les da función.




Resultado de imagen para biología de la creencia LA CÉLULA

Explica Lipton que el ambiente envía señales a la proteína para funcionar, si la señal falla, el médico la repara bioquímicamente con drogas, y aquí conviene subrayar algo importante, pues nuestra conducta y nuestros pensamientos también influyen en el correcto funcionamiento de las proteínas. Con referencias de la física cuántica asegura que la energía (pensamiento) envía una señal cien veces más eficiente que la química (fármacos), ¿cómo es esto posible?, de nuevo vale recordar los casos remisión espontánea, (aquí dejamos un botón de muestra); quizás a esto se refiere Lipton sobre la eficacia de la energía sobre la química.

Pero entonces, ¿qué hay detrás de una enfermedad? Lipton dice que hay dos causas identificadas, bien podría ser una mala señal, o bien, una 'mala proteína'. Es notable que a causas orgánicas de los problemas de salud le atribuyen menos del 5%, el 95% es a causa de la señal (el ambiente); ésta puede fallar ya sea por traumas, por toxinas (contaminación ambiental) o bien por la mente (pensamientos). Debe recordarse que la señal del medio influye en la 'piel' de la célula que determinará el funcionamiento de la proteína. Así es como en un momento la célula se convierte en hueso, en músculo, o grasa.


Bruce Lipton, llama "antigua medicina newtoniana" a la que aún sigue vigente en los centros de enseñanza y de salud; sin embargo tales recintos, irremediablemente están cambiando en hacia un sentido más holístico. Por ejemplo, el Centro Médico Nacional Siglo XXI, uno de los centros médicos más importantes de México, imparten talleres de Reiki (manejo de energía con las manos), y Yoga (meditación). Es natural que hayan resistencias de no pocos llamando "charlatanería" a quienes plantean un paradigma que renuncia y denuncia al esquema mecanicista, no importa que existan argumentos científicos, planteados por científicos especializados, igual la descalifican.


Por supuesto que existen muchas dudas, por ejemplo, ¿qué pasa con los casos donde una conducta positiva no es suficiente para sanar? Al parecer generar un ambiente saludable a nuestra células desde los sentimientos y el pensamiento, no es del todo suficiente. Hay muchas dudas, sin embargo, los planteamiento que exponen personas como Bruce Lipton, son dignas de tomar en cuenta y analizarlas con cuidado.


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