domingo, 20 de noviembre de 2016

LOS CAMPOS MÓRFICOS DE SHELDRAKE





Nos preguntamos de dónde viene la espectacular danza de los estorninos, o la fantástica sincronicidad de los cardúmenes; desde una montaña, un microorganismo hasta el delicado balance y organización de los ecosistemas, todo, tiene explicación a través de la teoría de los "campos morfogenéticos", o "resonancia mórfica", que son responsables de todas las formas emergidas en la naturaleza, y también de la conducta de los organismos.

Rupert Sheldrake es un biólogo inglés que desde hace cuatro décadas ha revolucionado las ciencias naturales; es uno de esos hijastros de la ciencia, que son impertinentes e incómodos por sus teorías inoportunas, que molestan por perturbar la paz del gremio científico.

Su persona es objeto de culto y reconocimiento, pero tambien es visto con desaprobación. Pese a ser un hombre formado en la academia clásica y que sus planteos corresponden al método científico, su teoría de los "campos morfogenéticos" ha sido calificada de pseudociencia, el adjetivo favorito de la así llamada "comunidad científica", usado cuando no saben cómo explicar ciertos fenómenos que se salen del entorno conceptual.

Lo que queremos destacar y lo que nos hace retomar las ideas de Sheldrake es que su teoría está alineada con el desarrollo teórico de la física del vacío, pero también con la idea en la Grecia antigua del "Éter", o los "Registros Akáshicos" del hinduismo. En realidad, como dice Sheldrake, todo está en una jerarquía de campos, en interacción con nosotros. Dicha jerarquía de campos esculpe toda la realidad, siguiendo determinados "moldes" o "planos"a medida que el organismo va desarrollándose y le confiere forma y guía sus estructuras hacia su forma definitiva. De manera que el todo es más que la suma de sus partes, y ese "más" son los campos morfogenéticos.

Y qué papel juegan entonces los genes? Dice Sheldrake que éstos han sido sobrevalorado y no son más que los ladrillos y el cemento que formará al organismo. Los planos y la acción creadora está en los campos.

Estamos de acuerdo en que por el hecho de que nuestros sentidos no registren nada, no significa que no exista nada más allá de lo que registran nuestros sentidos. Lo que se quiere decir es que todos sabemos del plasma que llega del sol, de los rayos gamma, los rayos ultravioleta, del pulso electromagnético terrestre llamado "resonancia Schumann", etc. Y estamos de acuerdo también en que eso que no percibimos influyen nosotros y en todo lo que está sobre la Tierra. Pero no se trata de una influencia pasiva. Se trata de un diálogo energético, un intercambio de información fudamentalmente frecuencial. El físico Michio Kaku sostiene que todo nuestro mundo tridimensional (más el tiempo) son vibraciones en el hiperespacio (multidimensional).

Es claro que no son estas fuerzas descritas las que funcionan como los campos morfogenéticos de Shaldrake, sólo señalamos que hay fuerzas con las que interactuamos sin darnos cuenta y unas de ellas son la resonancia mórfica, que tiene su propia existencia.

Pero el trabajo de Rupert Sheldrake está respaldado también con el experimento del "centésimo mono", ¿lo conoces? Brevemente diré que consiste en el registro de un fenómeno que se llevó a cabo en Japón de 1952 en donde un mono hembra, llamada Imo, de la especie macca resolvió un problema para obtener alimento; ésta conducta se extendió en un número determinado del grupo. El hallazgo consiste en que la solución se propagó en monos de otras islas, sin que hayan tenido contacto con el grupo original. Es claro que en el ambiente hay mucho más que el aire...

Otro ejemplo consistente, que apoya la teoría de los campos morfogenéticos es el célebre trabajo del Dr. Masaru Emoto (1943-2014) cuyas fotografías de las distintas reacciones moleculares del agua de acuerdo a la programación con palabras pronunciadas o escritas, han sido ampliamente difundidas en el último lustro.

Y terminamos formulando la siguiente paráfrasis: "La realidad no se crea, se sintoniza".

Gracias por tu visita.




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